Las radiaciones ionizantes son aquellas capaces de arrancar un electrón de su órbita dejando el átomo ionizado positivamente. Las radiaciones pueden ser electromagnéticas (rayos X y rayos gamma) o de partículas.
Las radiaciones no ionizantes son las que, al incidir sobre la materia biológica, no poseen suficiente energía para provocar una ionización. Sin embargo pueden causar otros efectos, básicamente térmicos y fotoquímicos. Pueden encontrarse diferentes tipos: ultravioleta, luz visible, infrarroja, microondas y radiofrecuencias y láser.